Cuando empecé a escribir este blog tenía la intención de hablar de otras cosas aparte de libros, pero no sé por qué esa pretensión primigenia se fue diluyendo con el paso del tiempo: supongo que pensaba que podía abarcar más de lo que era capaz y la realidad me ha demostrado que soy mejor con eso de ir pasito a pasito... El caso es que he pensado que sería interesante darle un poquito de variedad a este rincón y por ello inauguro una nueva sección en la que hablaré de las películas y series que vaya viendo cada mes; esto me servirá, además, para dedicarle tiempo al séptimo arte, al que he tenido algo abandonado últimamente. No se me asusten: no voy a hacer críticas sesudas ni cosas por el estilo, sino comentarios informales sobre lo que vaya cayendo ante mis ojos, tanto si me ha gustado como si no. Así que nada, esto es Cotufeando, amig@s, ¡comencemos!
Empecé septiembre con una película a la que le tenía muchas ganas desde que empecé a oír hablar de ella: del director de mi adorada trilogía "Antes de..."(Amanecer, Atardecer, Anochecer), Boyhood se presentaba como una cinta única e incomparable, rodada a lo largo de 12 años, que daría mucho que hablar durante esta temporada cinematográfica. Ciertamente es una película original y con varios puntos fuertes (la dirección es muy buena y algunas interpretaciones, como la de Patricia Arquette, remarcables), pero no me convenció tanto como esperaba: el guión en algunos pasajes se estanca y no termina de rematar lo que se quiere decir, quedando el argumento inconcluso, y la frescura de los primeros años de la historia, la parte más infantil, se va perdiendo en la adolescencia, donde parece que el actor principal toma conciencia de donde está metido y pierde toda la naturalidad de los años anteriores... Aún así, estoy convencida de que esta película tendrá éxito en todos los premios importantes porque tiene argumentos para ello, aunque reconozco que yo me esperaba algo más inolvidable.
Entre mis recomendaciones de Filmaffinity, El apartamento era la comedia que copaba la lista, con una notaza que hacía prever que me iba a gustar mucho... Y, sin embargo, nunca me animaba a verla: algún tipo de mecanismo hacía que mi cerebro eligiera otras opciones, pues, total, esta peli no era tan pasajera como otras sugerencias... Pero el mes pasado me decidí de una vez a darle una oportunidad y acabé encantada y sorprendida:El apartamento es una película que se saltó todos mis esquemas. Me maravilló su guión agudo, inteligente y mucho más revolucionario que los que podemos ver en la actualidad: tratándose de una película clásica me sorprendió que se abarcara la relación de los protagonistas de la manera en la que lo hace, sin sentimientos de cartón piedra ni otras boberías que invaden las comedias románticas que hoy podemos ve en el cine. Los personajes de Lemmon y MacLaine me parecieron divertidos, complejos y muy reales y la dirección de Billy Wilder, como era de esperar, magnífica. La verdad es que es una película que recomiendo sin ninguna duda; puede que se haga un pelín larga, pero disfrutar de una historia tan auténtica vale la pena.
Le llega el turno a una película histórica que conocí de casualidad pero que me llamó desde el primer momento: Belle. Está basada en un personaje real, una muchacha mulata hija de un Almirante británico que se criará en el seno de una rica familia inglesa al modo en que lo hacían las señoritas bien de la época, con todos sus deberes y privilegios. Evidentemente, el color de su piel será una barrera para que pueda llevar una vida completamente normal, pues los prejuicios y los insultos más o menos velados siempre estarán presentes, incluso cuando la chica herede una gran fortuna. Justo en ese momento, además, se está desarrollando un importante juicio contra unos esclavistas que dejaron morir a propósito a los hombres que iban a vender, por lo que el tema de la esclavitud y los derechos sociales estarán presentes en todo el film. Belle es una película de bella factura (impresionante vestuario y ambientación), que se queda a medias en cuanto a guión e interpretación: no se define una línea argumental demasiado clara, dando bandazos entre el romanticismo y el thriller judicial sin rematar ninguno, y algunos personajes que podían haber dado mucho de sí aportan más bien poco... A pesar de todo me gustó y la recomiendo para pasar una tarde entretenida.
Hacía bastante que no veía ninguna película de animación y me decanté por una que llevaba muchos meses en mi lista de pendientes: 5 centímetros por segundo. Con tan sugerente título y el entusiasmo de mi hermana, a la que le encantó este anime, me esperaba bastante, pero me llevé una decepción; definitivamente esta película no era para mí. 5 centímetros por segundo cuenta la historia de un amor que nace en la adolescencia y que tiene que hacer frente a la distancia: narrada en tres partes, como si de un haiku se tratara, va desarrollando las distintas fases que atraviesan Takaki y Akari... Si bien la primera parte me gustó, pues introducía la acción y mostraba un poco el inicio de ese amor tan apasionado, las otras dos partes me parecieron un peñazo: en el segundo capítulo la historia se centra en una chica enamorada de Takaki que sufre en silencio el ser ignorada por el muchacho y la tercera directamente me pareció un despropósito que prefiero no comentar porque me indigno yo sola. Los valores artísticos de esta película son muy altos, ya que los dibujos son de una factura bellísima, pero el lirismo del film me ha parecido impostado y no he conectado con él.
La última película de septiembre fue El topo, una cinta que quería ver desde que se estrenó y a la que no le he podido acceder hasta ahora. Con un cartel de lujo, donde están reunidos muchos de los mejores actores británicos de la actualidad, un guión basado en un best - seller de Le Carré y una ambientación cuidada hasta el más mínimo detalle,El topo presenta credenciales suficientes para ser una película muy a tener en cuenta. A pesar de encontrarnos ante un relato de espías en plena Guerra Fría no presenciamos una acción trepidante y llena de "fuegos artificiales", sino todo lo contrario: El topo es una película muy pausada en la que se masca la tensión a cada segundo y donde todos los detalles son importantes; cada matiz, cada inflexión, cada minúsculo cambio puede tener un papel determinante en el cómputo final. Averiguar quién es el topo que pasa secretos al enemigo puede no resultar complicado si estamos atentos, pero atar todos los cabos y apreciar los pequeños matices de la historia sin perder de vista las magníficas interpretaciones que le dan vida supone un reto delicioso. Personalmente, creo que dentro de no mucho le daré un revisionado para enterarme de aquello que creo que me perdí.
Estoy viendo varias series a la vez, así que sólo les voy a comentar la última que he dado por concluida: True Blood. Empecé a verla cuando se estrenó únicamente porque era obra del creador de A dos metros bajo tierra (serie que me parece imprescindible), pero no tenía mucha confianza en que me fuera a gustar. Sin embargo, le fui cogiendo gustillo y las primeras temporadas eran tan originales, tan impregnadas del Sur estadounidense y con tanta crítica subliminal a muchos de los problemas actuales que me acabó enganchando; esto, mezclado con un humor negrísimo y algún actorazo guapetón que mostraba cacha le daba muchos puntos. Pero todo acabó saliéndose de madre: Alan Ball dejó la serie y ésta degeneró de tal manera que al final sólo era un cúmulo de locas escenas de sexo gratuito y guiones que daban mucha pena... Dejé de llevar la serie al día y me daba un poco igual lo que pasara, pero decidí terminarla de una vez porque me dijeron que el final era malísimo y me daba curiosidad: no me pareció tan horroroso como me lo habían pintado pero sí decepcionante... Creo que lo mejor hubiera sido abandonar la serie en la cuarta o quinta temporada, cuando estaba en su mejor momento: me hubiera ahorrado tramas insustanciales y ahora tendría mejor sabor de boca, pero estas cosas pasan, ¿no?
Bouf! Me ha quedado una entrada más larga de lo esperado, pero es que ¡he visto muchas cosas en septiembre! En fin, espero que no se hayan aburrido y que hayan anotado alguna de las pelis que me han gustado, que creo que merecen la pena. ¡Feliz domingo! ;)