Hola a tod@s!
No sé si después de un mes alejada de la blogosfera y con el bolígrafo de vacaciones me habré oxidado tanto que mis palabras adormecidas chirríen, pero intentaré hacerlo lo mejor posible, sobre todo porque el libro que hoy traigo se lo merece. A estas alturas poca gente habrá que no se haya tropezado con alguna reseña de La última vuelta del scaife, de Mercedes Pinto Maldonado; gracias a Lidia, Pedro y Concha Fernández, organizadores de una macro lectura conjunta que ha superado cualquier expectativa, y a la propia autora, que facilitó los ejemplares en papel de su libro a los participantes (actualmente éste sólo se puede conseguir en formato digital), una turba de blogueros ansiosos por conocer esta historia nos embarcamos en el evento con ilusión por iniciar la travesía y ganas de darle un empujocito a la obra con nuestras palabras. Ha sido difícil llegar hasta el día de hoy esquivando las reseñas surgidas, pues he querido expresar mi opinión lo menos mediatizada posible, pero por fin ha llegado el momento de compartir mis impresiones sobre esta particular novela de historia, aventura, amistad y aprendizaje personal que no dejará indiferente a quien decida adentrarse en ella.
Aarón y Sara conforman una joven pareja judía que se traslada desde Inglaterra a Essen (Alemania) en la década de 1920, huyendo de la presión que ejercen los padres de ella y que ahoga al reciente matrimonio. Con ellos se llevan al pequeño Josué, su hijo, que se criará feliz en la granja donde vivirá y trabajará la familia; allí recibe las enseñanzas teológicas y también prácticas del erudito Jeremías, que le desvela todos los secretos de la talla de diamantes, y encontrará la amistad en Abigail, la hija de su maestro. A medida que Josué crece va perfeccionando su técnica en el trabajo de las piedras preciosas y se va enamorando apasionadamente de Abigail, a la que no puede aspirar porque su padre tiene otros planes para ella. Despechado y con la autoestima por los suelos, Josué decide partir hacia África del Sudoeste en busca de un diamante tan magnífico que le haga ser digno de su amada a ojos de su padre... Pero el viaje se antoja largo y lleno de peligros, y puede que, si consigue volver, todo lo que dejó atrás haya cambiado para siempre.
Josué es nuestro protagonista principal; de hecho, es él quien nos va contando la historia como si fueran sus memorias, comenzando su relato incluso antes de que él naciera y atravesando toda su existencia, desde 1911 hasta 1991. Por el camino iremos conociendo varios personajes que marcarán su vida, que yo dividiría en dos grupos principales: su familia en Alemania y los amigos que conoce en África mientras busca diamantes. La trama alemana, sin resultar excesivamente sorprendente, está bien desarrollada: creo que logramos conocer bien a Josué y su entorno y solidarizarnos con su historia imposible de amor. Los personajes están correctamente trabajados y quizás el que más desentona es el propio Josué, que a medida que va creciendo va tomando una actitud victimista y resentida que no me terminó de agradar: de hecho, a pesar de ser el protagonista absoluto probablemente es el personaje que peor me cae de toda la obra. Sin embargo, no puedo evitar destacar vehementemente la trama africana del libro: tanto por ambientación, como por personajes, todo lo que vive Josué desde que se sube en el barco que lo lleva al continente negro hasta que decide volver es apasionante. Gran parte de la culpa de esto la tienen Carlos y Kuaima, dos buenos amigos que hará el joven y que, desde mi punto de vista, "roban" la novela; Carlos por su desparpajo, simpatía, nobleza y generosidad y Kuaima por su entereza, bondad y filosofía de vida. Ambos acompañan a Josué en su periplo en búsqueda de un diamante excepcional que le dé todo lo que ansía, enseñándole por el camino el valor de la amistad sobre todas las cosas que, más allá de la historia de amor contrariado, considero que es el alma de este libro.
Como ya mencioné anteriormente, es el propio Josué el que cuenta su historia, lo que hace de esta novela un relato en primera persona de los avatares de un muchacho judío a lo largo del siglo XX. A pesar de lo que se pueda pensar a causa de la confesión religiosa y el momento histórico que vive el protagonista, la novela no se detiene en el drama de las Guerras Mundiales, el Holocausto y otros hechos terribles y por todos conocidos que marcaron la última centuria: Josué pasa gran parte de su vida en un perdido campamento africano en busca de fortuna, por lo que recibe muy pocas noticias de lo que sucede en aquel momento en su continente de origen. Todos esos acontecimientos históricos tendrán mucha importancia para los personajes que Josué dejó atrás y para su vida al regreso de esta aventura, pero no le afectarán en primera persona, sirviendo más como marco general de la narración que como ingrediente principal. El ritmo del relato es muy ágil y la ambientación geográfica de la novela creo que está muy bien conseguida: me he sentido plenamete trasladada a todos los sitios de la vida de Josué (Londres, Essen, África del Sudoeste, Madrid...), lugares que se me han antojado reales y cercanos gracias al buen hacer de la autora a la hora de incluirlos en la trama. También sobresale el excelente manejo de la documentación sobre temas tan dispares como la talla de diamantes y su búsqueda en África, las costumbres de la tribu himba o la labor de las víctimas de la Shoah tras la guerra para localizar a otros judíos asesinados por el régimen nazi: me ha resultado sumamente didáctico acercarme a estos temas a través de la novela y me han llevado a ampliar información por mi cuenta, cosa que yo valoro muy positivamente.
La última vuelta del scaife es un libro emocionante que contiene una historia trabajada con mimo de la que el lector disfrutará muchísimo. Sinceramente, el libro me enganchó desde un primer momento gracias a su prosa fluida y su trama ascendente que para mí llega a su cúlmen en los capítulos centrados en África y la creación de esos vínculos tan fuertes que hermanarán para siempre a Josué, Carlos y Kuaima. Sin embargo, tengo que mencionar dos aspectos que no me han convencido del todo: por un lado, la endeble personalidad de Josué me ha enfadado por momentos: sus motivaciones me han parecido flojas, demasiado melodramáticas y creo que, a pesar de todo lo que le sucede, evoluciona poco a lo largo del libro; parece que no termina de madurar, quedándose estancado como eterno adolescente resentido y huidizo que no hace frente a los obstáculos que se le presentan, resultando insoportable en muchas ocasiones. Por otra parte, no me ha convencido el final: demasiado precipitado y culebronesco para mi gusto, aunque entiendo que completa el círculo convenientemente (asumo mi culpa en cuanto a no congeniar con la conclusión, pero es que la vi venir de lejos...). No quiero que se queden con una impresión equivocada: La última vuelta del scaifees un libro del que he disfrutado mucho, que me ha emocionado por momentos y que recomiendo sin dudar: por personajes, historia y ambientación este libro destaca sobre la media y el mensaje que he extraído de esta lectura me ha calado hondo: perdonar para avanzar, amar para vivir en plenitud.
"A él no le importaba compartirla con el catedrático, todo en su vida lo había compartido, porque nunca se sintió dueño de nada. Se reía de la palabra "mi", mi casa, mi esposa, mi dinero... "Nada nos pertenece - decía -, es una mera ilusión, una trampa de la mente para sentirnos más seguros y, paradójicamente, cuanto más poseemos, más miedo tenemos a perder".
Agradezco a la autora el envío del ejemplar.