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Channel: El Lado Frío De Mi Almohada | Lectura Inquieta
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Libros Peculiares: Agenda Filofax.

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Hola a tod@s!

Una de las ideas  locas que nació este verano fruto del achicharramiento neuronal fue hacerle un huequito en el blog a aquellos "libros" que no lo son propiamente, pero cuyo formato, temática e intencionalidad puede interesar a otros amantes bibliófilos como yo. Así que, aprovechando el inicio de curso y el interés mostrado por much@s a través de las redes sociales, inauguro una nueva sección para el blog titulada Libros Peculiares, sin periodicidad fija, en la que hablaré de aquellos ejemplares de papel que me vaya encontrando que no son para leer, sino más bien para disfrutar de otra manera. Y para estrenarnos en este septiembre de vuelta al cole, que mejor que hablar de una agenda, pero no una cualquiera, sino del Organizador Personal Filofax.


¿No es la agenda el libro del día a día? - les pregunto a los incrédulos que hayan resoplado ante la inclusión de un artículo de papelería en la categoría de libro - Yo diría que sí. Creo que una mayoría de nosotros usa o ha usado alguna vez una agenda para anotar aquellas cosas que tiene que hacer, las fechas de cumpleaños, los números de teléfono e, incluso, como una suerte de diario. Ahora, con las nuevas tecnologías y las aplicaciones para ordenadores, tablets y demás parafernalia electrónica, muchos verán una tontería volver a la prehistoria mediante un cuaderno de papel, con lo que eso contamina, pero lo cierto es que hay bastante gente que no se despega de lo tradicional, mucha más de la que uno se piensa y, por ello, ciertos productos como este tipo de agendas están en pleno auge, al menos en el ámbito anglosajón, principalmente por sus amplias posibilidades de personalización.


Pero, ¿de qué me hablas? ¿No es esta una agenda como otra cualquiera? - me dirán y con razón. La respuesta es sí pero no. Al parecer Filofax es la madre de todas las agendas: nació allá por el año 1921, fue muy utilizada por el ejército británico durante la II Guerra Mundial como organizador militar, escaló el Everest, tuvo sus días de vino y rosas durante la década de 1980, cuando era símbolo de éxito profesional, ha sobrevivido al aluvión digital adaptándose al medio (existen aplicaciones para los aparatejos hechas por la empresa) y actualmente vive un momento dulce gracias a una activa comunidad de usuarios que comparten en las redes sociales sus colecciones de agendas, sus proyectos de decoración de las mismas y, sobre todo, un entusiasmo rayano en el fanatismo adolescente por la posesión de uno de estos diarios.


Me dejo de preámbulos y me meto de una vez en harina, dándoles mi opinión sobre este libro peculiar: la principal diferencia entre esta agenda y cualquiera del mercado, aparte de ese aura simbólica que carga la marca y que la ha convertido en objeto de deseo, es que su físico es diferente a lo que podemos encontrar en otras librerías: la agenda Filofax es más bien un pequeño cartapacio con seis anillas y algunos bolsillos interiores que permite poner, quitar, diseñar y "tunear" el interior de nuestro dietario a voluntad, según las necesidades de cada uno. Así, si uno quiere separar su agenda por secciones, únicamente tiene que hacerse con los repuestos que necesite para ello  y ordenar el interior de su agenda como le venga en gana, dividiéndolo por temáticas, por temporalidad o por lo que se le ocurra.  Esto hace que sean agendas muy versátiles, puesto que cada uno la diseña a su medida y es muy difícil que haya dos iguales; ahí entra en juego también el mimo que ponga cada uno en ello, pues o se puede seguir la línea sobria de los recambios originales o se puede activar al manitas que llevamos dentro para convertir una aburrida agenda en una obra de arte (no hay más que buscar Filofax en Youtube,  Pinterest o Google Imágenes para ver las maravillas que se le ocurre a la gente).


Pero la agenda no sólo destaca por su contenido: el "continente" es lo que la distingue: las tapas están hechas con materiales de calidad, pudiendo elegir entre ejemplares de cuero auténtico, piel sintética de alta gama o textiles de los buenos. Existen varios tamaños, que abarcan desde lo muy pequeño hasta el tamaño folio, aunque las tallas más populares son la llamada "personal" (como la que les enseño, un tamaño moderado y bastante portátil) y la que contiene hojas tamaño A5 (con una vocación más profesional, para dejar en el escritorio). Los diseños van desde el clasicismo más redomado a una estética contemporánea y con cierto punto irreverente hacia el empaque de la marca, lo que supongo que ha acercado el producto a un público mayor; ésto, junto al hecho de lo efímeras que suelen ser la colecciones, que se descatalogan relativamente pronto, ha generado, como digo, un importante grupo de coleccionistas que pueden pagar burradas por el modelo deseado en buen estado. Desde el año pasado la empresa Filofax organiza un concurso entre diseñadores recién graduados en el que el ganador se encarga de la ilustración de la línea más joven y asequible de las agendas durante ese año: el modelo con el que yo me he hecho recientemente pertenece a esa serie, nombrada Cover Story, pues se supone que detrás de cada diseño hay una pequeña historia o mensaje: Flamingo fue el nombre elegido para mi ejemplar y, según la autora (Rebecca Mountain) pretendía transmitir la belleza, equilibrio, aplomo y gracia de estas singulares aves.


Ya voy terminando, que no pensaba alargarme tanto y me estoy pasando de la raya. Hace apenas un par de semanas decidí hacerme con una de estas agendas por varias razones fundamentales: la primera es que me he propuesto intentar ser más organizada, pues últimamente soy un desastrillo y toca reconversión; hace años que no uso este tipo de instrumentos y creo que es hora de volver al redil, a ver qué pasa. La segunda es que, después de investigar mucho, ver vídeos y buscar información por ahí, la manera en que está configurada  me ha convencido: una agenda escolar se me queda muy pequeña y las otras con las que he tropezado no cumplían mis expectativas: o eran feas, o incómodas o lo que traían de fábrica no me servía para nada, así que, para no usarlas, pues no las quiero. Influyó también que, una vez hecha la compra, la misma agenda te dura para toda la vida (o hasta que te aburras); es cuestión de quitar los recambios, poner los del año siguiente y aquí no ha pasado nada, así que, en cierto modo, se ahorra a largo plazo. Por último, jugó un papel importante lo "insulso" de los recambios oficiales: no sé si saben que soy una adicta a las libretas y otras cosas de papelería que nunca uso porque me da pena estropearlas de lo bonitas que son... Con esta agenda no me da pena ninguna: puedo escribir lo que sea sin sentirlo porque, en este caso, lo bonito es la cubierta y ya, si quieres, pues te pones hacendoso y le echas imaginación, utilizando papeles monos, pegando pegatinas, washi tapes y demás cositas de scrapbooking para hacerte un diario único: a mí me gustaría poner de mi cosecha, pero no sé si seré tan mañosa como para hacer las chuladas que se ven por ahí... ¡A ver si me sale!


Puedo prometer y prometo que Filofax no me ha pagado ni un duro por este post ni me ha regalado la agenda (mis ganas): lo cierto es que hay poca información en español sobre esto, cosa que me desconcierta, ya que en  Estados Unidos, Australia y varios países de Europa el tema de los organizadores personales lo peta a lo grande. Tengo que decir que estas agendas no son nada baratas: las de cuero pueden salir más de 100 euros, una cifra escandalosa para un objeto de este tipo... Pero supongo que tienen su público. Mi Flamingo Filofax costó 28 euros con gastos de envío incluidos, gracias a una oferta que actualmente se encuentra en lapágina web oficial y de la que me aproveché: imagino que están deshaciéndose del stock y la van a descatalogar en breve, de ahí el rebajón sin el cual no me hubiera planteado comprarla... Si alguien quiere hacerse con una agenda de este tipo le recomiendo que busque información en otras webs, vea vídeos en Youtube, piense bien si le vale la pena comprar esta y no otra e intente beneficiarse de alguna oferta que hagan en la página web del Reino Unido, que creo que es la que mejor funciona; si sugiero la compra on - line es porque creo que en España no se distribuye esta marca (o por lo menos no tantos modelos), pero si estás en el Reino Unido o vas a viajar en breve, amig@, aprovéchate y hazte con alguna, que lo tienes a mano. Para los que vivan en Canarias y se animen a comprarla, un consejo: den la dirección de algún amigo o familiar de la Península, pues allí el envío no pasa por aduanas, no como por nuestra bendita tierra guanche donde la ruleta aduanera gira y gira sin parar (a mí me tocó por primera vez, snif!)


¡Ya estaaaaaaá! Supongo que ni el 25% de mis habituales habrá llegado hasta aquí (¡felicidades a ti, que lo has hecho!), pero quizás esta información le sirva a algún navegante extraviado que haya recalado en este puerto por error (holaquetal!?) Prometo que a la próxima traigo reseña... Pero cuéntenme: ¿usan agenda? ¿les da pena como a mí mancillar libretitas y otras cosas bonitas de papelería? ¿le ven algún futuro a la sección de Libros Peculiares de la manera en la que está planteada?¡Soy toda oídos!



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